jueves, 23 de mayo de 2013

RABEL DE VILLACANTID

RABEL DE VILLACANTID

Hace un mes de la entrada anterior. Voy abriendo el horizonte musical-rabelero al paso del buen tiempo; es decir, como la primavera se muestra remisa, seguimos casi adormecidos. El día es gris, frío. Apenas hemos iniciado los primeros cultivos de la huerta. unas pocas patatas. Lo de la huerta es casi un eufemismo. Una forma de mantenerme en contacto con la Naturaleza y acercarme al pueblo. Mientras voy y vengo, me entretengo. La construcción de la hueva hornada de rabeles espera pacientemente. Está ya el proyecto, la idea, los materiales y hasta el número, pero hace frío, no anima el tiempo...

Estos días -a ratos- he estado ocupado terminando y arreglando el rabel que adjunto. Su dueña es de Villacantid. Este rabel tiene detrás una azarosa historia que no viene al caso contar. Estaba sin los "oídos" (los agujeros de la tapa de la caja de resonancia), al tablilla que se sobrepone en el clavijero -a semejanza del violín- era demasiado alta en sus inicios, lo que provocaba que cuando quisiéramos "pisar" la cuerda nos hiciera daño en los dedos (la rebajé un poco), le construí un puente y un arco -que tampoco tenía-. Después lo barnicé para que se conserve mejor.


Al final, estaba inquieto por ver cómo sonaba. Y suena muy bien. Tiene casi todos los elementos para que así sea. La caja y el mástil es de madera de saúco, las tapas de pino norte. La longitud total es de 56 centímetros, más uno y medio del pivote sobre el que se sujeta el cordal. La caja de resonancia tiene 30 cms, el mástil -o diapasón- 18 y el clavijero 8. La altura de la caja es de 4,7 cms.

Ayer le hice unas fotos y hoy, probablemente se lo devolveré a su dueña. Solemos coincidir en la Residencia de ancianos. Ella visitando a su hermana y yo a mi tía.

¡Ah! -casi se me olvida-, quiero acompañar está págína con más música de rabel. Lo haré pronto.


A San Cipriano

martes, 23 de abril de 2013

EL RABEL EN SUDAMÉRICA

EL RABEL EN SUDAMÉRICA

Hace mucho tiempo que no contaba nada en blog RABEL. Parece que el tiempo de primavera va entrando, los días se alargan, la temperatura -con sus típico altibajos- va subiendo y salir a la calle, subir al pueblo y preparar las maderas para la construcción de rabeles en la nueva temporada proporciona motivos atractivos de entretenimiento.

Las otra noche, decía en la televisión Miguel Ángel Revilla, economista y anterior Presidente de Cantabria, "QUE LA LENGUA UNE MUCHO". Mi hija, cuando visitó tierras argentinas, me comentaba que allí las estaciones llevan el ritmo opuesto, (cuando aquí es primavera allí es otoño) con lo cual imagino que los días serán más cortos y la gente permanezca más tiempo en casa... Vaya mi saludo más cordial para los que en tierras americanas tañen el rabel y visitan este blog. Tenemos la suerte los españoles de hablar la misma lengua que muchos pueblos de Iberoamérica, el castellano o español. Esta introducción sirve para la presentación de esta página. El texto forma parte de LA MEMORIA DE LA ASOCIACIÓN CULTURAL DE RABELISTAS CAMPURRIANOS, en el año 2003.

EL RABEL EN HISPANOAMÉRICA. INTERCAMBIO CULTURAL.
A finales de 2003 estableció contacto con nosotros, a través del correo electrónico, Arturo Urbina Díaz, profesor de Musicología (formador de Maestros) en la Universidad Metropolitana de Chile. Nosotros le enviamos diverso material y él, además de un artículo de un estudio realizado en Chile, nos envió las siguientes fotografías.


Explicación a las fotografías de rabeles.
Rabel chileno1: instrumento recogido en terreno, 3 cuerdas. Su particularidad es que posee un puente que en una de sus puntas atraviesa la tapa superior para posarse en la tapa inferior, cumpliendo la función de alma.
Rabel argentino: encontrado en la zona de Misiones, vecina a Paraguay y Brasil. 3 cuerdas
Kitiar-Ecuador: empleado por la etnia shuar, 2 cuerdas
N'Vique: Instrumento de la región del Chaco argentino, una cuerda Rabel mexicano: usado en la huasteca en Veracruz-México, 3 cuerdas 
Rabel Colombia: Instrumento guardado en una biblioteca, sin comprobarse su tuvo algún uso entre el pueblo.4 cuerdas.


RABEL DE COLOMBIA


RABEL DE ECUADOR


    RABEL MEJICANO    



 RABEL ARGENTINO
    




RABELES ARGENTINOS



RABEL CHILENO

Vamos a ambientar las imágenes con MÚSICA DE RABEL, de la citada grabación "CON EL RABEL AL HOMBRO"

LA MUJER QUE A MI ME QUIERA

sábado, 23 de marzo de 2013

RABELES DEL MUNDO y IV


RABELES DEL MUNDO y IV

         Vamos a cerrar el capítulo de la EXPOSICIÓN DE GIJÓN, con las últimas fotos que conservo de la misma. Quiero acompañarlas con MÚSICA DE RABEL. Me imagino que la idea global de los instrumentos de cuerda en el mundo, con las enriquecedoras diferencias de países -incluso de continentes-, la hemos ido descubriendo. Quiero pensar que la globalización no haya hecho perder las distintas peculiaridades. En el fondo, probablemente, el blog rabel pretende solamente eso: mantenernos  en contacto con el mundo a través de algo tan simple y universal como la música más sencilla. 

Incluyo un par de interpretaciones con un rabel de dos cuerdas. (Al igual que muchos de los que hemos visto en estas imágenes). La melodía sale con una cuerda y la otra hace de acompañamiento, afinada una cuarta descendente. Ya saben que al "pinchar" sobre el título, se ilumina debajo una franja azul y, pinchando en ella, nos lleva a la página de ivoox donde podemos escucharla.

 A la orilluca del Ebro  COPLAS A LO LIGERO "Con el agua de limón"




sábado, 16 de marzo de 2013

RABELES DEL MUNDO III


RABELES DEL MUNDO III

Parece que el invierno no quiere alejarse. Antes de seguir con los rabeles de la exposición de Gijón, voy a contar una anécdota graciosa, al parecer, sucedida en tiempos inmemoriales, cuando una humilde viuda llevaba a dar agua a sus vacucas al "pilón" del pueblo. Cuenta la leyenda que ya estaba bien avanzado el mes de febrero y la mujer, contenta, exclamó: ¡Ya no te temo "ebro" "ebrudo"  (mes de febrero) que ya va crecido el "sahúgo" (saúco, que enseguida reverdecen sus yemas); a lo que respondió muy enfadado el mes de febrero: ¡Cállate, vieja, revieja, que en tres días que me quedan y tres que me ha de prestar mi hermano marzo, no te ha de quedar vaca con cencerro, ni pastor engalanado y al toro bravo, le has de tirar del rabo!
Y -siempre según las mismas fuentes- cayó una gran nevada.

Desde luego, esta introducción poco tiene que ver con el rabel, pero sí con el ambiente rural en el que nos empeñamos -con mayor o menor acierto- en recordarlo de épocas pasadas. Con todo, sí debemos hacer constar una novedad rabelística-marcera. En la plaza de Reinosa, el 28 de febrero tiene lugar el tradicional concurso de marzas (bienvenida al mes de marzo y celebración de la próxima salida del invierno) -solo para rondas de mayores y jóvenes, en masculino- y desde hace unos años, la ASOCIACIÓN DE RABELISTAS CAMPURRIANOS actúa en la presentación, aunque fuera de concurso.

Ahora sí. Vamos con nuevas imágenes de rabeles: India, Nepal y Mongolia.





viernes, 8 de marzo de 2013

INSTRUMENTOS DE ARCO EN EL MUNDO II

INSTRUMENTOS DE ARCO EN EL MUNDO II

Continuamos con este capítulo reflejando lo que se decía en uno de los paneles de la exposición aludida en la entrada anterior. Las imágenes se refieren a países africanos.






jueves, 28 de febrero de 2013

INSTRUMENTOS DE ARCO. (EN EL MUNDO) I

INSTRUMENTOS DE ARCO. (EN EL MUNDO). I

Estamos en un forzado descanso invernal. No es tiempo de labores artesanas, al contrario de lo que nos recuerda la tradición. En un ambiente rural de hace 100 años -más o menos- resultaba normal entretenerse, sentados al calor de la lumbre, en la cocina, arreglando los aperos de labranza -los hombres- o tejiendo y cosiendo -las mujeres-. Para los "urbanitas" de hoy, con la nieve y el frío invernal, lo normal, durante el tiempo libre,  es permanecer en casa, con la calefacción, viendo la tele o navegando por internet.

Este preámbulo -no sé si muy oportuno- sirve para "justificar" mi ausencia de actividad artesanal y publicar en el blog RABEL las fotos de una exposición a la que acudimos en la SALIDA CULTURAL que, como Presidente de la ASOCIACIÓN CULTURAL Y JUVENIL RABELISTAS CAMPURRIANOS, organicé al vecino territorio asturiano, en junio de 2002. Son fotos de una exposición de instrumentos en Gijón que merece la pena recordar y entretenerse con su visión porque nos van a seguir dando una idea cosmopolita del instrumento. Las fotos no son de muy buena calidad. En parte porque no soy un fotógrafo demasiado experto y, en parte, porque no recibí autorización para hacerlas y tuve que ser lo más discreto posible.  Comenzamos con ESPAÑA Y EUROPA.




sábado, 16 de febrero de 2013

DICCIONARIO DE INSTRUMENTOS MUSICALES de Ramón Andrés (y II)


DICCIONARIO DE INSTRUMENTOS MUSICALES de Ramón Andrés (y II)

Durante el siglo xv coexistió la forma arrabé con la usual rabé; en fray Íñigo de Mendoza (c. 1425-c. 1507) hallamos ambos términos en un mismo poema (Unas coplas fechas a peticion de Doña Juana de artagena):
mas lieva tu el caramiello,
los alboques y el rabé
con que hagas al chiquiello
un huerte son agudiello,
que quicá yo baylaré ...
Yo tañeré mi arrabé,
que tengo en la mi hatera

Acerca del término rabé, R. Menéndez Pidal (ib.) cuenta el siguiente caso: «Costana, cantor y poeta de la corte de la Reina Católica, según una anécdota de Melchor de Santa Cruz, aspiraba nada menos que a la alcaldía de una fortaleza; ésta se llamaba Rabé, cerca de Burgos, y como no llevaba trazas de conseguirla, declaró la que ahora se llama huelga de brazos caídos, dejando de cantar; extrañada la reina Isabel, preguntó un día: "¿Por qué no canta Costana?"; a lo que respondió un comendador: "Señora, ha jurado de no cantar sin Rabé"». Como se ha dicho, en el siglo XVI el apelativo común sería el de rabel. Corominas (ib.) toma como primera referencia de esta voz el año 1570, aproximadamente, al basarse en la cita que figura en el Diccionario de autoridades, que pertenece a Luis del Mármol (Descripción de África, 1, 32): «Las tocan y cantan suavemente, a son de unas sonájas, como las folias de Portugal, o de laúdes o rabéles». No obstante, había aparecido con anterioridad. Lucas Rodríguez (c. 1550) en su Romance pastoril, dice:
y por poder descansar
de su trabajo pesado,
a un alto sauce se arrima
con su rabel estimado,

Ya Jorge de Montemayor (1520-1561) empleó profusamente este nombre en Los siete libros de la Diana (1560): seis veces en el Libro 1, cuatro en el Libro II, una en el Libro IV, tres en el Libro V, dos en el Libro VI y dos en el VII. En la Canción de Sireno (Libro II) escribe:
Esto Sireno cantava
y con su rabel tañía
tan ageno de alegría
que el llorar no le dexava
pronunciar lo que dezía.

Y en los primeros compases del Libro I leemos que «gastava el pastor en solo gozar del suave olor de las doradas flores, al tiempo que la primavera, con las alegres nuevas del verano, se esparze por el universo, tomando a vezes su rabel que muy pulido en un çurrón siempre tarya ... ».
Esta forma quedará fijada ya en los escritores y poetas del Siglo de Oro y con el tiempo tendrá únicamente un carácter pastoril, alejado del rango que obtuvo en la música de la Edad Media. Covarrubias (1611) dice «que usan dél los pastores, con que se entretienen, como David hazía con su instrumento», y el Diccionario de autoridades lo define como «instrumento músico pastoril. Es-pequeño, de hechura como la del laúd. Compónese de tres cuerdas solas, que se tocan con arco, y forman un sonido mui alto y agudo». El prerromántico José Iglesias de la Casa (1748-1791) aún participará del tópico que lo vincula a un elemento rústico en su letrilla La rosa de abril:
De mi rabel dulce
el eco sutil
un tiempo escucharon
alondra
y colorín.

Pero el desarrollo del instrumento culto medieval había tenido lugar durante el siglo XII como evolución de la giga; de hecho se trataba de este mismo instrumento, al que se le practicaron algunas modificaciones para convertirlo en un cordófono de arco. Como manifiesta María R. Álvarez (1982), incorporó también algunos caracteres propios del rabé morisco, que era considerablemente más antiguo. Probablemente esta adaptación, según la autora, fue realizada por los musulmanes y no por los músicos cristianos, a quienes se atribuye con frecuencia la autoría de dicha transformación, realizada con la finalidad de adaptar el nuevo cordófono a las exigencias de la música occidental. Estaba fabricado en un solo bloque de madera y su cuerpo era piriforme, con espalda notablemente abombada y un clavijero en forma de hoz, rematado por la talla de una cabeza humana o de animal. Su batedor era corto y poco curvo. Algunos ejemplares primitivos poseían el clavijero plano -redondo o bien en forma triangular- con las clavijas posteriores, al igual que el rabel que toca un juglar en la miniatura de una Biblia inglesa (c. 1130) (British Library, Londres). No era inusual el tipo en forma de pala, hacia atrás, análogo al del laúd, como se representa en La Virgen y el Niño (1404) de Nanni di Jacopo (colección privada, Italia). Sin embargo, el más acostumbrado fue el clavijero similar al de la bandurria, con sus clavijas laterales. Los oídos de la tabla armónica variaban en su formato; por lo común, los rabeles más antiguos tenían tornavoces de media luna, como el instrumento que
figura en un capitel del claustro de la Daurade (siglo XII) (Museo de los Agustinos, Toulouse).
Otras veces llevaban una boca emplazada cerca del angostamiento de la caja, como se observa en el Retablo de la Virgen y san Francisco de Nicolás Francés (d. 1434-m. 1468) (Museo del Prado). Frecuentemente, sobre todo en los modelos renacentistas, el oído consistía en una o varias rosetas, tal como figura en fra Angelico (1387- 1455) (Ángel músico, Museo San Marco, Florencia) o en el posterior Vittore Carpaccio (c. 1465- c. 1514) tStorie de Sant'Orsola. Ritorno degli ambasciatori inglesi, Galleria dell' Accademia, Venecia). Los modelos más tardíos, por influjo de la fídula, tenían generalmente oídos en forma
de c, como en la pintura de Gיrard David (siglo XVI), La Virgen y el Niño (Musée des Beaux- Arts, Ruán). M. R. Álvarez indica que una de las influencias del rabé morisco sobre el nuevo instrumento era la diferencia de altura que existía entre la tabla armónica y el batedor. Ello puede advertirse de modo muy notable en el instrumento plasmado en La Virgen y el Niño rodeados de ángeles músicos (c. 1500), del Maestro del tríptico Morrisson (Musées Royaux de Beaux-Arts, Bruselas), o en el grabado de Musica getutscht (1511) de Sebastian Virdung, donde se le llama clein Geige. El rabel estaba provisto de dos o tres cuerdas de tripa -afinadas por intervalos de cuarta o quinta- que se anudaban a un cordal unido a su vez a un botón ubicado en la parte inferior de la caja. Ya en el siglo xv se dieron rabeles de distintas dimensiones -tiples, tenores, bajos-o Martin Agrícola nos da en su tratado (1528) estas afinaciones... (...)
Este último fue relativamente frecuente y se tocaba sobre la rodilla, como se observa en la miniatura de un salterio de Alfonso el Magnánimo (siglo XV) o en un retablo de Bartolomeo Cristiani (sigloXV) (Museo Civico, Pistoia), donde dos Ángeles apoyan el rabel en la rodilla izquierda. A estos tres modelos, Agricola les añade una cuerda aguda siguiendo la misma relación interválica. La forma corriente de tañido de los modelos agudos se producía apoyando el instrumento en el pecho, con una ligera inclinación hacia abajo; también fue costumbre descansarlo sobre la clavícula, contra el cuello. Así, era común la participación de tañedores de rabel en actos Procesionales, que al igual que otros instrumentistas tocaban el instrumento caminando, como los «rabiteros» o «rabiqueteros» que acompañaron la procesión del Corpus en Zaragoza, en 1513: se pagan «II sueldos» a Lope y Pedro de Campo, y «III sueldos» a Johan Jayme (Pedro Calahorra, 1978). En una cédula que relaciona los gastos de otra procesión del Corpus en Zaragoza, pero esta vez de 1550, figuran nada menos que nueve tocadores de rabel: Escudete, Pedro Pérez, Pedro Francés, Miguel de Tauste, Tomás Pérez, Toribio López, Andrés Cariñena, Ramón Sanes y Sancho Hernández (ib.). Todos ellos perciben tres sueldos. Muchas cortes y casas señoriales europeas contaban con ministriles de rabel; en el Libro de cámara (1490) de González Fernández de Oviedo, en referencia al infante Juan, hijo de los Reyes Católicos, se dice que «tenía músicos de tamborinos e dulçainas e de harpa, e un rabelico muy precioso». También en la corte de Enrique VIII en Inglaterra se registran varios músicos de rabel, así como en la corte francesa. Los ministriles de este instrumento fueron muy numerosos en el norte de Italia, mas, a pesar de la gran implantación que tuvo en toda Europa, tenderá a desaparecer en el siglo XVI debido al auge de las violas y los violines, de mayor prestación musical.
Con el tiempo sólo pervivirá un tipo de rabel pequeño cuyo desarrollo incidirá en la pochette francesa, que es análoga al rabelillo pintado por Juan Correa de Vivar (mediados del siglo XVI) en manos de un ángel músico (La Natividad, Museo del Prado), seguramente el rabequín citado por Pietro Cerone (1613). Tanto S. Virdung (ib.) como Martin Agricola (ib.) le confieren cierta deferencia en sus tratados, pero para entonces ya estaba considerado como un instrumento de rango inferior. Durante los siglos XVII Y XVIII su nombre se asociará a los festejos populares y a las canciones de la Navidad; ya vimos cómo en 1611 Covarrubias señalaba que «usan dél los pastores», y en manos de éstos aparecerá en numerosas letrillas. Miguel de Cervantes (1547-1616) en un famoso pasaje citará también al rabel entre «los instrumentos pastorales» (Quijote, parte segunda, LXVII). No es extraño que el nombre latino dado al rabel en el Diccionario de autoridades sea el de lyra rustica. En muchas ocasiones se le denominará con el diminutivo rabelillo, no tanto por su tamaño sino por su tosquedad y condición, tal acaece en el romance de Luis de Góngora (1561-1627) Cuando la rosada aurora.

NOTA: Está a punto de terminar la referencia al rabel en el Diccionario de Instrumentos Musicales de Ramón Andrés. El párrafo siguiente -y último- se refiere a su presencia en Cataluña y afirma que "el rabel propiamente dicho desaparecerá"... En Cantabria, especialmente en Campoo, no se ajusta a la realidad. El rabel ha sobrevivido con notable interés y, algunos, pretendemos construir y tañer con las formas y sonidos tradicionales.

Paulatinamente, el rabel propiamente dicho desaparecerá y sólo se conservará su nombre para describir a aquellos instrumentos de arco de rústica factura, a menudo construidos por su tañedor. 


Como señala Josep Crivillé i Bargalló (1983) al referir la procedencia de los instrumentos tradicionales, los tipos de rabel «han sido múltiples y se han diferenciado notablemente al paso del tiempo. Las cajas de tales instrumentos, más o menos perfeccionadas, han pasado de las simples cañas abiertas y calabazas vacías a los tipos de caja más diversos». Se usaba generalmente para acompañar el canto y todavía hoy pervive en alguna zona de Extremadura y de Castilla. Como indica el estudioso, se conocerá, según las zonas geográficas, como reveber, rebeu, rabalejo, rebent, rabil, rabenque, etc., nombres equivalentes del txirrin euskérico. Se encuentra también con el curioso nombre catalán de contrabaix de bufa.
rabel de rueda VIOLA DE RUEDA.
rabel morisco RABÉ MORISCO.
rabelico RABEL.
rabelillo RABEL.
rabenque Rabel monocorde. (--> RABEL.)
rabequet (cat.) RABEL.
rabequín RABEL. • 2. POCHETTE.
rabeu (cat.) RABEL.
rabeuet (cat.) RABEL.
rabevet (cat.) RABEL.
rabey (oc.) RABEL.
rabil RABEL.
rabouquin (fr.; dim. de rebec) RABEL.
racket (i.) RACKETT. 


miércoles, 13 de febrero de 2013

RABELES EN EL ARTE MEDIEVAL

RABELES EN EL ARTE MEDIEVAL.

Antes de seguir con la segunda parte del RABEL EN EL DICCIONARIO DE INSTRUMENTOS MUSICALES, vamos a conocer algunas de las fotos en el arte de esa época.


Fotos del libro sobre costumbres medievales

Figura de abajo. Rey trovador y juglares. Cantiga 120, viñeta 1. Cantigas de Santa María. Códice rico. Biblioteca de El Escorial (Ms. T.I. 1).














Figura de arriba. Festín de Herodes, detalle. Pintura mural. Florencia, iglesia de la Santa Cruz, capilla Peruzzi. Vida de San Juan Bautista. Giotto, 1320.




Izquierda.       Juglaresa tocando un rabel. 

DERECHA. (Como ya he comentado con anterioridad). Dibujo que realicé en el año 2000  de la juglaresa para el carnet de socio, el tríptico divulgativo y otros usos, de la ASOCIACIÓN CULTURAL Y JUVENIL RABELISTAS CAMPURRIANOS.


Derecha. Juglar tañendo un laúd con plectro. Ambas, son pinturas murales del refectorio de la catedral de Pamplona, Juan Oliver, 1330. Hoy en el Museo de Navarra, Pamplona.






San Miguel do Monte (Chantada, Lugo): tímpano de la puerta sur en el que se representa una actuación de juglares. (Archivo Yzquierdo).






San Pedro de Trasalba (Amoeiro, Ourense): Capitel de la portada con pareja de juglares. (Archivo Yzquierdo).

lunes, 11 de febrero de 2013

DICCIONARIO DE INSTRUMENTOS. El rabel.


CON EL RABEL A CUESTAS, vamos de aquí para allá; es decir, pasamos de lo concreto, de lo próximo a lo más lejano y universal, en una especie de rondo en el cual el rabel ocupa el centro. Ahora toca verlo desde fuera. Se trata de media docena de páginas que insertaremos en dos sesiones. La primera llega hasta el SIGLO XV.  Estamos con la versión "oficial" de su origen y evolución. Debemos seguir aprendiendo. 


EL RABEL EN EL DICCIONARIO DE INSTRUMENTOS MUSICALES DE Ramón Andrés.

rabáb (ár.) RABÉ MORISCO.
rabai (OC.) RABEL.
rabalejo RABEL.
rabaquet (dim. cal. de rabel) RABEL.
rabé ant. RABEL.
rabé morisco (t., rabáb, rebábi Instrumento cordófono, especie de laúd corto, que fue modificado entre los siglos x y XI para ser frotado con un arquillo. (RABEL.)
(Músicos de rabé morisco. Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio (siglo XIII). FOTO DE LA PORTADA DEL DICCIONARIO.
De procedencia islámica, estaba constituido por un solo bloque gradualmente estrechado hacia el clavijero, que tenía forma de pala y estaba inclinado hacia atrás, como en el laúd; las clavijas se disponían en flanco. No poseía cordal frontal, sino que sus cuerdas, que eran de tripa y en número de dos, permanecían sujetas a un resorte ubicado en la parte inferior de la caja. Su puentecillo era bajo y plano y se apoyaba sobre una tapa armónica, que consistía en una membrana; sin embargo, puede decirse que dicha tabla, a menudo ornamentada, quedaba prolongada hacia la parte superior del instrumento, fabricada en madera -inicialmente era de cuero- y dotada de uno o varios orificios -frecuentemente rosetas- que actuaban como tornavoces. La tabla contaba con dos niveles, quedando la membrana en un plano inferior. No tenía batedor y se tañía con un arco corto y curvo. La longitud oscilaba en torno a los 50 cm. De hecho, esta descripción responde a la del rabáb clásico árabe -todavía en uso en las agrupaciones instrumentales del Norte de África- que penetró en la península ibérica hacia el siglo XI y su práctica se mantuvo hasta bien entrado el XIV. Se tocaba a la manera oriental, esto es, apoyado sobre las piernas.
Egidius de Zamora (siglo XIII) menciona este instrumento en De musica (c. 1260), pero la primera documentación castellana se encuentra en el Libro de buen amor (c. 1330) del Arcipreste de Hita (c. 1283-c. 1350); en dicha obra se diferencia el rabé morisco del rabel propiamente dicho, ya que en los versos que siguen se alude al agudo sonido de éste, mientras que el rabé morisco gozaba de una sonoridad tenue y algo apagada. Al- Farabí (c. 870-c. 950) señaló (Kitab al-Músiqi al Kabir) que éste era el instrumento más cercano a la voz humana. Para distinguido del modelo que pervivió en el instrumento cristiano, se le añadía el adjetivo de morisco:
El rabé gritador, con la su alta nota
cabel el orabyn tanjendo la su rota;
(1229)
Medio caño e harpa conel  rrabe morisco
con ellos alegrança el galipe francisco;
(1230)
Se le representa frecuentemente en manos de juglares moros, algunos de ellos famosos en su tiempo, como Sarracelio de Xátiva, «jutglar de rabeu morisch», en cuya ciudad había una importante escuela de músicos moriscos. Ramón Menéndez Pidal (1942) señala que una de las escuelas de juglares más importantes de la segunda Edad Media se albergaba en las calles de la morería de Játiva, de donde «salían los artistas moros para recorrer, no sólo el reino de Aragón, sino los de Castilla y Navarra». Así, Pedro IV de Aragón «tenía también a sueldo dos juglares de Játiva tañedores de rabel y de la exabeba» (ib.).
rabel (del ár. rabáb, «resonar»; al., Rebec; fr., rebec; i., rebec; it., rebeca, ribeca) Pequeño cordófono de arco de factura semejante a la del laúd.
En latín aparece como rebeca y rebecum. Aimeric de Peyrac (siglo XIII) señala: «Quidam Rebecam arcuabant, quasi muliebrem vocem confingentes». Hyeronimus de Moravia (fl. 1272-1304)
en su Traetatus de musica (d. 1272) empleará la voz rubeba. En occitano eran usuales los nombres de rabey, rebeb, rebee y ribec, mientras que en francés fueron muy frecuentes durante la Edad Media las voces rebebe, rebeble, rebelle, rebesbe, ribebe, ribelle y rubebe. La palabra moderna rebee no se encuentra en documentos franceses hasta el siglo xv -a veces como rebeeq-, tomada, según Corominas (1954), del castellano rabé. En el Roman de la Rose (c. 1276) se lee:
harpes bien sonnans et rebebes ...
Arpas de bellos sonidos y rabel es ...
Guillaume de Machaut (c. 1300-1377) en Li temps pastour dirá:
Car je vis la tout en un cerne
viole, rubebe, guiterne.
Vivo aquí en un redil,
viola, guitarra y rabel.
mientras que Eustache Deschamps (1340-1407)
anota:
Guiterre, rebebe ensement
harpe, psaltérion, douçaíne
n' ont plus amoureux  sentement
vielle, fleuthe traversaine.
Guitarra junto con rabel,
arpa, salterio y dulzaina,
no reúnen tantos sentimientos amorosos
como la viola y la flauta
travesera.
Jean Molinet (1433-1597) (Chanson sur la journée de Guinegate), cronista de la corte de Borgoña, utilizará la forma rebelle, todavía muy usada en su tiempo:
Sonnez tabours, trompes, tubes, clarons,
flustes, bedons, symphonies, rebelles,
Que suenen tambores, trompas, tubas y clarines,
flautas, sinfonías, tamboriles y
rabeles,
mientras que Maurice Sceve (c. 150l-e. 1564), en su Égloge de la vie solitaire, emplea ya rebec:
ayant toujours flüte, ou musette au bec,
qu'il aime plus que harpe ni rebec.
teniendo siempre una flauta o una museta en los labios,
que le gustan más que el arpa o el rabel.
FOTO: Músicos de rabel y laúd. Cantigas de Santa María de
Alfonso X el Sabio (siglo XIII).

Es verosímil que la antigua palabra francesa ribebe pasara al italiano ribeca y rebeca. En el poeta Alione (siglo xv) aparece como rebbeba. En alemán, el término usado antes de la moderna implantación de Rebec era el genérico Geige, al igual que lo sucedido en Francia, donde no era infrecuente el apelativo gigue aplicado al rabel. En inglés, antes de la adopción de rebec, las antiguas y más comunes denominaciones eran las de ribibe -también con la grafía rybybe-, rubeble y rubible. En catalán medieval eran de uso corriente rabeu y rebeu, y el diminutivo rabeuet. En varios documentos de la cancillería de la casa real catalanoaragonesa aparece el primer vocablo citado. En febrero de 1337, Pedro IV mandó una misiva al justicia de Játiva pidiéndole un tañedor:
«Como nos hayamos menester a Hali Ezigua, moro juglar tocador de rebeu, por eso vos enviamos decir et mandar que, vistas las presentes, nos lo fagades venir do quiera que Nos seamos; et aquesto non mudedes ni alarguedes por ninguna manera» (Ramón Menéndez Pidal, 1942). El justicia cumplió la petición y envió a Valencia en los primeros días de marzo, no sólo a H. Ezigua sino también a otro juglar morisco de Játiva, Çahat Mascum, tañedor de ajabeba» (ib.). El 21 de julio de 1377, el todavía infante Juan requiere varios instrumentos musicales: « ... Mossen P d Artes ... Digats a Johanni, ministrer nostre qui es aci, que faire be si se n venia car los estruments d'argent son ja acabats esos companyons los cornen ja; [ ... ]. E volem que ns les arpes, els rabeus, els lauts e les pells al pus tots que porets» (M. C. Górnez, 1979). Todavía en los primeros años del siglo xv, en la capilla real navarra tenemos noticia del organista Anton Ferrer, también «sonador de rabeu» (Higini Anglés, 1970). Ya en el siglo XVI, era frecuente el diminutivo rabevet; así, Valeri Fuster (c. 1556) en su canción titulada Cric-Crac dice:
Fui-li aprés, per namorarla,
una dolça musiquella
de trompins i cornicons
i rabevets de godella.

También encontramos el diminutivo siguiente en Bartumeu Carceres (siglo XVI), en un villancico que forma parte de su Ensalada La Trulla:
E sanahuen tots acors
ab rebicus e monacors,
y ab veus autes, grans e forts
dansahuen l'auta serena.

A partir del siglo XVII su equivalente será rabequet. En francés fue frecuente la voz diminutiva rabouquin. El castellano rabé se documenta en el Libro de buen amor (c. 1330) del Arcipreste de Hita (c. 1283-c. 1350):
El rabé gritador, con la su alta nota
cabel el orabyn tanjendo la su rota; (1229)
Y más tarde aparece en el Poema de Alfonso Onceno:
El laúd yvan tanendo
el rabé con el salterio. (407) 

lunes, 4 de febrero de 2013

PEGATINAS SOBRE EL FOLCLORE

PEGATINAS SOBRE EL FOLCLORE.

Aunque llevo unos día sin introducir contenidos nuevos, observo con satisfacción que las visitas siguen aumentando. Lo agradezco en lo que vale, (que para mi es mucho).

"Buscando en el baúl de los recuerdos" me encuentro con el modelo de las pegatinas que repartía en las exposiciones de San Mateo en Reinosa, en los primeros años de su celebración. (Duraron desde 1987 hasta 2001). Quiero decir que, sobre el modelo que se adjunta, elegía papel especial para pegatinas -blanco o de colores- y fotocopiaba el modelo. Luego había que recortar cada pegatina y regalarlas a los niños (ya saben, aquello de "hacer cantera"). A decir verdad, en una ocasión, decidí que había que cobrar algo por ellas. (Siempre he mantenido la opinión de que lo que nos dan gratis, con frecuencia, no lo valoramos suficientemente). Pero ante el poco éxito de la idea, tuve que desistir y volver al sistema del regalo.
(Hasta una pegatina "pacifista" se incluía).






jueves, 24 de enero de 2013

SELLO DE CORREOS DEL RABEL

SELLO DE CORREOS DEL RABEL

A la hora de continuar con este blog de
RABEL me asaltan algunas dudas. Tal vez el RABEL EN LATINOAMÉRICA, o EXPOSICIÓN DE INSTRUMENTOS DE CUERDA EN EL MUNDO o, quizás... En fin, que -de momento- vamos abundar en noticias positivas o curiosas.

En el vídeo de Quintana hemos podido ver las partes del rabel. Basándome en el rabeluco de mi tío Tomás, elaboré un dibujo con las partes del rabel que he publicado tanto en el librito de la grabación "RABEL: sigue la tradición" como en las ediciones del MÉTODO DE RABEL de 2004 y 2010.

La segunda fotografía es curiosa. se trata del sello que correos ha dedicado al rabel y la información que se da en la edición digital del DIARIO MONTAÑES.

 Correos emite un sello dedicado al rabel
El sello, que tiene un valor postal es de 0,36 euros y su tirada es ilimitada, será presentado este miércoles, 3 de abril, a las 12 horas, en La Casona de Reinosa
02.04.12 - 12:22 - 
ANA GARCÍA | REINOSA


El alcalde de Reinosa, José Miguel Barrio Fernández, y el director de la Zona 10 de Correos (Asturias, Cantabria y León) presentarán el sello dedicado al Rabel, que tendrá lugar el martes 3 de abril, a las 12 horas, en La Casona de Reinosa.
El sello forma parte de una serie denominada Instrumentos musicales 2012, compuesta por cinco sellos en los que se reproducen las siguientes piezas: Arpa, Balalaica, Banjo, Sitar y Rabel. Son cinco instrumentos de cuerda de diversas partes del mundo. En concreto, el Rabel, tiene gran tradición en Cantabria.
A continuación, en este mismo recinto tendrá lugar el matasellado protocolario de los sobres y sello conmemorativo. Todas las personas interesadas podrán obtener este matasellos con el sello y sobres ilustrados en la Oficina de de Reinosa una vez finalizada la presentación.
Al finalizar el acto, la Asociación de Rabelistas Campurrianos interpretarán varias piezas musicales. Asimismo, en la misma sala, se podrá visitar una exposición filatélica compuesta de cinco cuadros sobre la historia de la música del Rabel.

La tercera foto abunda en la misma información. Es la presentación en Reinosa de una acontecimiento tan ilusionante.


El acto ha tenido lugar en La Casona y ha contado con la actuación de la Asociación de Rabelistas Campurrianos
03.04.12 - 17:45 - 
ANA GARCÍA / B. CARBONELL | REINOSA
Un momento del acto celebrado esta mañana en La Casona de Reinosa./ A. García


Reinosa ha acogido hoy la presentación del sello dedicado al rabel, instrumento de cuerda introducido por los árabes en época medieval y de gran tradición en Cantabria. Este sello perteneciente a la serie denominada Instrumentos musicales 2012, de la que también forman pare otros cuatro efectos dedicados al arpa, la balaica, el banjo y el sitar, todos ellos instrumentos de cuerda, originarios de distintas partes del mundo. El director de la Zona 10 (Asturias, Cantabria y León) de Correos Ángel Pérez, ha presentado el sello en La Casona de Reinosa, acompañado por el alcalde de Reinosa, José Miguel Barrio.
Las imagenes de los cinco sellos reproducen piezas pertenecientes al Museo Interactivo de la Música de Málaga, piezas que reproducen sonidos naturales diversos que abarcan un amplio abanico de procedencias.
En esta misma sala ha tenido lugar el matasellado protocolario de presentación de los sobres y sello conmemorativo. Todas las personas interesadas pueden obtener este matasellos con el sello y sobres ilustrados en la Oficina de de Reinosa durante los próximos días.
Al finalizar el acto, la Asociación de Rabelistas Campurrianos han interpretado varias piezas musicales.

El sello
El sello que se pone en circulación tiene una tirada ilimitada, y una tarifa de 0,36 euros (tarifa de carta nacional hasta 20 gr.), lo que hará miles de cartas difundan por nuestra geografía estos instrumentos tradicionales.
La impresión está realizada en Offset, en papel autoadhesivo fosforescente. El formato de los sellos es de 40,9 x 28,8mm (verticales). Los efectos en pliego son de 25.

El rabel

Se introdujo por los árabes en Europa en época medieval. El instrumento es plano por encima y abombado por debajo y el cuerpo se va estrechando hacia la parte de las clavijas. Suele tener tres cuerdas, que se frotan con un arco curvo y muy corto. Se utilizó mucho por los juglares para acompañar las danzas populares.
El uso tradicional del rabel se ha mantenido con mayor o menor fortuna según los territorios, y es en Cantabria donde ha tenido un gran auge en las últimas décadas con grandes rabelistas que dejaron un gran legado, que hoy se conserva y difunde, entre otros, gracias al trabajo de escuelas municipales y asociaciones de rabelistas, que mantienen el gusto y el cariño por el uso del instrumento, además de trabajar en su recuperación y difusión.



jueves, 17 de enero de 2013

RABEL DE DOS CUERDAS DE COLA DE CABALLO


RABEL DE DOS CUERDAS DE COLA DE CABALLO

En este interés personal en buscar las raíces o personalidad del rabel cántabro, me encuentro con un vídeo interesante que me adjunta un campurriano ausente. (Foramontano, se podría decir), Ramón Carrasco desde Madrid. Con Quintana tuve la suerte de compartir escenario y amistad. En diciembre del año 2003, siendo Presidente de la ASOCIACIÓN DE RABELISTAS CAMPURRIANOS, en la celebración del IV CONCIERTO FIN DE AÑO DE RABEL Y MÚSICA POPULAR quisimos traerlo a Reinosa para nombrarle SOCIO DE HONOR. Ya se encontraba muy mal de salud y no pudo venir.

Bandurriero purriego quiere decir tañedor de rabel en el valle de Polaciones. Bandurria es el nombre que dan (o daban) al rabel en esa comarca cántabra.

En la segunda edición del MÉTODO DIDÁCTICO PARA TOCAR EL RABEL, en la página 60, hago "mi pequeño homenaje a los rabelistas purriegos con un TOQUE" A LO LIGERO".


El protagonista aparece en la foto de la izquierda. Pertenece a este bandurriero purriego ilustre: Antonio Morante Casares, conocido popularmente por “Quintana”. 

Quintana construía sus rabeles con piel de cabrito y colocaba, tanto en el arco (o sedal) como en las cuerdas crines –o cerdas- de caballo.

Comprenderán que el sonido no tenía la sonoridad ni las características de las  cuerdas de violín, pero muchos admirábamos su buen hacer a la manera más tradicional.

El vídeo adjunto es muy didáctico y oportuno.

domingo, 13 de enero de 2013

EL RABEL EN INVIERNO

RABELES VIEJOS. ENTREVISTA

Es un domingo del mes de enero. Frío. Desde la ventana observo "que serenita cae la nieve" -como en la canción popular-. En este marco tranquilo y relajado no resulta difícil imaginar esas otras tardes invernales, de hace apenas 100 años, cuando los jóvenes se reunían en alguna casa, portalón o soportal, a pasar un rato en compañía unos de otros.

Adjunto la foto de un tosco ejemplar, sin terminar, de madera de saúco y con la piel de la tapa de la caja de resonancia rota y cogida con chinchetas. Apareció este rabel en la barda de mi tía. Según el estudioso y experto en temas de instrumentos populares, Luis Ángel Payno, no es probable que su construcción se remonte más allá de los años 30 del siglo pasado.



La foto siguiente está escaneada del rabel que mi tío, Tomás Gómez González, había construido y tañía en sus años mozos. Pertenece al libro de Fernando Gomarín Guirado. EL RABEL. INSTRUMENTO MÚSICO-FOLCLÓRICO.


LAS INICIALES TM (que se leen al revés en la imagen del rabel en posición lateral), las hice con la navaja a la edad que se cita en el reportaje de abajo.


 Por último, adjunto la entrevista que me hicieron para la revista FUSIÓN donde se incluye, además, un amplio reportaje de Reinosa, Y ME REFIERO A ESE PRIMER RABELUCO QUE HABÍA CONSTRUIDO MI TÍO.